Ramón Unzueta y el alma española

Por Elena Iglesias. Publicado: Galería de el Nuevo Herald, Jueves 4 de marzo de 2008

España y su cultura siempre fueron inspiraciones para el artista Ramón Unzueta. OBRA, EL TABLAO, 2007, OLEO EN CANVAS , 24 X 36. VENDIDO

  La figura humana es central en la obra de Ramón Unzueta y dentro de esta, prevalece la mujer. “Son más interesantes que los hombres, que son muy simples.

  La mujer de menos historia tiene mucha más historia que el hombre más complicado”, dice este pintor de 45 años que nació en La Habana y estudió en la Escuela Nacional de Artes Aplicadas. “Es un personaje muy pintoresco, por eso la pinto contenta, triste, triunfadora, perdedora, prostituta, bonita, fea, madre, novia, todo lo que puede ser una mujer. Recreó su espera, su paciencia, y sobre todo su soledad”.

  En su muestra actual, El alma española, hay cuadros del 2006, 2007 y 2008 donde se nota cómo el tema de las andaluzas se ha ido transformando. Esta exhibición es un recorrido de los últimos 3 o 4 años por un contenido temático recurrente en este pintor que salió de Cuba en 1992. “Las mujeres andaluzas son más festivas, desenvueltas y graciosas. Son muy guapas y seguras, y aunque ya no lleven peineta, pisan fuerte”.

A LA FERIA, 2008, OLEO SOBRE PAPEL, 9 X 12. OBRA VENDIDA

  Unzueta además hace frutas, que le atraen por su forma y color, pero que también le sugieren personas. “Las pinto más que nada por placer”. En cuanto a los paisajes urbanos, “me gustan sin nadie, sin gente”.

  El artista ilustraba libros para niños en Cuba, en la editora Capitán San Luis y colaboró con PIONERO, un semanario también para niños. Cuando salió de Cuba trabajó en un sitio que no tenía nada que ver con la pintura, pero no abandonó su vocación. “Pinto sobre todo para mí. Yo necesito pintar, no importa si vendo o no. Es un trabajo al que hay que dedicarle mucho tiempo, pero que disfruto plenamente”.

  Desde que salió de su país el pintor vive en Tenerife, Islas Canarias. “Después de dos semanas, le empecé a coger el gusto. La gente es muy abierta, muy sencilla, es una vida muy simple, a escala humana. Yo no me imagino viviendo actualmente en ninguna otra parte. Me siento un poco de allí”. Sin embargo agrega que disfruta su visita anual a Miami, donde tiene amigos de toda la vida y donde desde hace seis años participa en el Festival de Arte de Coconut Grove.

EL ARTISTA RECORRIÓ EUROPA CON LA FINALIDAD DE VISITAR MUSEOS PARA VER LAS PINTURAS FAMOSAS POR SU PROPIOS OJOS. SUS VIAJES FUERON VERDADEROS APRENDIZAJES PARA SU TÉCNICA

  Unzueta cuenta que viajar es como un mito en Cuba, por eso cuando llegó a España empezó a viajar por toda Europa porque estaba ávido de cumplir un sueño. “Mi interés era sobre todo visitar museos, ver los cuadros que sólo había podido ver en los libros”. Según el pintor, ese interés ha ido mermando con los años. “Ahora lo que quiero es trabajar, aprovechar el tiempo. Hace ocho años que vivo de la pintura y eso es un incentivo aunque no es lo que me motiva”.

  Actualmente Unzueta hace ilustraciones para la revista LIMÓN PARTIDO que se edita en Miami y llega a los niños de Cuba. Y ha ilustrado además Los aretes de la luna y otros textos de Zoé Valdés. Su centro de operaciones es su galería de La Pequeña Habana que administra y promociona su hermana Enaida, pero también expone, esporádicamente, en una galería de París. Y en el 2005 exhibió 22 dibujos eróticos (Les Nus des Eaux) en la librería Les Mots à la Bouche, también en París.

  El cineasta cubano Ricardo Vega le hizo un video de arte en Andalucía sobre el proceso de la creación de su cuadroPreciosa dedicado a la memoria de Federico García Lorca. De allí salió una invitación para hacer una exposición en Málaga este verano. “Prefiero que las muestras tengan un tema, como Las sufridoras, o Payasos y bufones, igual que si fueran libros de poemas, pero no sé todavía en qué me voy a enfocar este verano”.

  El artista trabaja todas las técnicas: pastel, acuarela, acrílico, dibujo, óleo “y hago varias cosas a la vez, porque es más entretenido”, afirma.

  Unzueta se toma la pintura muy en serio. “Es un trabajo que hago con mucho respeto. No creo que mi vida valdría mucho la pena sin pintar. Es lo que más me interesa. Con- sume mi energía, mi tiempo, mi ilusión. Es una labor extremadamente íntima, porque se hace en soledad. Yo no soy muy ambicioso. Aspiro a tener mucha tranquilidad y a continuar este trabajo a lo largo de toda mi vida. Esa es mi felicidad».

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