Ramón Unzueta pinta la vida de todos los días

Por Elena Iglesias

Publicado: Galería de el Nuevo Herald, Jueves 26 de febrero de 2009

  Ramón Unzueta, que vive en Islas Canarias desde hace 17 años, viene a exponer a Miami todos los años. “Esta ciudad es mi hermana Enaida, mis amigos, mi galería, pero también es un poco el aroma de Cuba. Reencuentro aquí mis raíces y recargo las baterías para seguir pintando hasta volver la próxima vez”.

DOMINGO, OLEO ON CANVAS, 11 X 14, , 2009

  Según el artista, en pintura se aprende todo el tiempo. Hay que estudiar y dedicarle muchas horas y toda la atención. “Es como el ballet. No puedes dormirte. Sólo trabajando obtienes resultados. Yo creo más en el trabajo que en la inspiración. Cada vez estoy más enamorado de lo que hago y eso se refleja en mi obra. Soy muy exigente, no quiero defraudar a nadie, empezando por mí. Trabajo mucho de madrugada. El silencio me ayuda a concentrarme. Sólo me puede interrumpir mi perro Toto, al que adoro”, asegura.

LUNES: A TRABAJAR , 2009, OLEO SOBRE TELA, 15.5 X 21

  Urbanitas, la exposición que está presentando actualmente, se centra en las preocupaciones de la gente en una ciudad totalmente despersonalizada. Unzueta ha querido pintar las cosas cotidianas que le suceden a todo el mundo: la responsabilidad de ir a trabajar; la búsqueda del amor; el frío de la soledad; la esperanza de la conquista; el encuentro con el amor; y la llegada de la placidez. “He hecho un semanario con diferentes personas que se me habían quedado en la retina: la mujer que va a trabajar muy apurada y se maquilla en el carro. La que tiene preocupaciones de toda índole: la crianza de los hijos, el abandono del marido, el pago de la hipoteca. El chico que se siente más seguro y ya no tiene frío en el alma. La muchacha esperanzada fumando y esperando el amor; la que está brindando porque ya lo encontró. Los jóvenes que el sábado se divierten sin límites; y la señora más centrada y tranquila que disfruta plácidamente del domingo”, explica.

  El perfil urbano de estas obras, aunque puede ser el de una ciudad cualquiera, tiene algunos edificios que el artista ha tratado de rescatar, como el Focsa de La Habana, con su forma de herradura. Ha jugado también con el tiempo y el cielo, y los personajes son un poco más concretos en relación con los que pintaba anteriormente. “La figuración está más cercana a lo real. Yo juego un poco con la figura, distorsionándola. Aquí he tratado de reflejar las medidas reales de la persona. No he hecho cuellos larguísimos ni he puesto ojos donde no van. He tratado de que sean un poco fotos. El cambio de figuración lo marca el propio trabajo. Es algo inconsciente. El tema te va llevando, no lo controlas ciento por ciento”, confiesa.

SABADO: DE FIESTA , OLEO ON CANVAS 18 X 22.

  El pasado septiembre, el artista presentó un documental en La Casa de las Américas de París que hizo Ricardo Vega, el esposo de Zoé Valdés. “Ricardo tiene una serie de documentales que se llaman Un pintor, un cuadro. El pintor no tiene que hablar, sólo trabajar con la tela mientras él filma el proceso de creación. Yo hice Preciosa y el aire de Lorca. Cuando se iba a mostrar el documental, le supliqué a Zoé que no me hiciera hablar porque soy muy tímido, y ella lo presentó. Cuando jugábamos de niños en Cuba era también así, ella lo hacía todo y yo siempre la seguía”.

  La escritora y Unzueta, que son amigos desde hace 40 años, quieren seguir la serie de cuentos dedicados a Luna, hija de Zoé, donde él hace las ilustraciones. “Están editados en España y en Francia Los aretes de la Luna y Luna en el cafetal. Queremos hacer ahora Luna en Nueva York, pero el proyecto está todavía en el aire porque ninguno de los dos tiene tiempo”, aclara.

  A Unzueta ya no le preocupa tener un sello propio. “Leí que Picasso había dicho que ‘el pintor no debe tener un esti- lo’ y eso me alivió mucho. Lo que hay es que pintar, intentar hacerlo cada vez mejor, aunque nunca llegues a la perfección. Antes de esta exposición le había dedicado muy poco tiempo al tema de los hombres, pero eso va a cambiar. Además quiero trabajar ahora con modelos vivos. Siguiendo esta nueva onda, empecé haciendo mi autorretrato; algo muy desconcertante porque descubres muchas cosas en ti que no conocías, tanto virtudes como defectos”.

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