MIRIAM GÓMEZ DE CABRERA INFANTE SOBRE UNZUETA.

¿Es posible sentir amor por alguien que ya no existe, lamentar no haberlo conocido personalmente cuando estaba tan cerca? Eso me ha pasado con Rami.  Han sentido tanto su partida la gente que lo conoció, he sabido tantas cosas acerca de él, he visto tanto su pintura, que participo de ese amor y esa añoranza.

COLADOR ÚLTIMO, 2012, OLEO SOBRE PAPEL, 12 X 18

Tengo un mosaico y un muy pequeño cuadro de Rami de una geisha, como son tan pequeños no los he puesto en la pared. El mosaico con un viejo colador de manga de café, como los que se usaban en Cuba, lo he puesto en la biblioteca delante de mis más queridos libros cubanos, marcando con su colador la cubanidad de Rami y de esa zona de la biblioteca. La geisha esta entre mis películas japonesas, como una ofrenda a él, recostado delante de esas películas que fueron su paraíso en la tierra, y el mío ahora.

Pero sigo lamentando que me perdí un gran tipo.

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